Los empresarios, la banca y las personas suelen hablar de diferente forma cuando se trata de las tasas de interés que se cobra por los créditos o que se gana por las inversiones, a pesar de las normas expedidas por la Superintendencia financiera desde 1996. He aquí una alternativa para que hablemos el mismo idioma.
Introducción
En primera instancia se debe entender que la tasa de interés es un porcentaje que se traduce en un monto de dinero, que se paga o se recibe por el uso del dinero. En otras palabras, es el costo del dinero. Para fijar la tasa de interés se debe tener en cuenta que debe cubrir tres componentes básicos: la perdida del poder de compra por efecto de la inflación, el riesgo que se asume por la insolvencia del deudor y la rentabilidad real esperada en la operación que compensa la perdida de liquidez o la rentabilidad que nos puede ofrecer otra alternativa de inversión, que comúnmente se llama la tasa de oportunidad.
La confusión se inicia con la banca. Con frecuencia sucede en el mercado, cuando una persona va a constituir un certificado de depósito a término, el banco le puede ofrecer una tasa aproximada del 3% y cuando usted pregunta por la tasa de financiación de un crédito para vehículo le informan que le cobran el 1,0%. Es una costumbre del mercado que “confunde” al cliente, realmente en la primera oportunidad le hablan de una tasa efectiva anual y en la segunda de una tasa periódica. Pero, ¿Cómo entender de una sola vez este juego de palabras para que todos hablemos en los mismos términos?
Tasas de interés nominales y efectivas
Las tasas de interés se clasifican en nominales y efectivas. Las tasas nominales son anuales y describen la forma como se paga el interés durante el año, por esto se menciona 24% Nominal Anual Mes Vencido, NAMV, lo que se expresa normalmente como 24% MV. Esto significa que la persona o empresa paga durante el año el 24% distribuido en forma mensual y en partes iguales cada mes. Es decir, se puede tomar la tasa nominal y dividir por 12 meses del año para obtener el 2% mensual (es lo que se denomina tasa periódica).
Tasas nominales
Las tasas nominales son las únicas que se pueden dividir por su periodo para encontrar la tasa periódica, que es la que verdaderamente la empresa gana por sus inversiones o paga por sus créditos por cada periodo pactado.
Muchas entidades financieras mencionan que cobran por sus créditos el 1% MV, puede convertirse en un mal entendido, ya que puede interpretarse como una tasa nominal anual que se paga mes vencido, cuando en realidad el banco quiere decir que es una tasa periódica, la cual es mejor decir 1% mensual, para evitar confusiones.
Tasas efectivas
Las tasas efectivas por su parte, son aquellas que consideran la reinversión o capitalización de los intereses en cada periodo durante un año. Son las que realmente sirven para comparar diferentes alternativas de inversión o financiación. Una tasa efectiva “nunca” se puede dividir porque corresponde a la capitalización o multiplicación de los intereses en diferentes periodos.
Sobre este particular, la Superfinanciera a través de la Circular Externa 07 de 1996 ordeno a las entidades financieras que informaran a sus clientes el valor real que éstos debían pagar por los créditos a ellos otorgados, por lo cual debían incorporar en los contratos que instrumentan las operaciones activas, las tasas de interés expresadas en términos efectivos anuales, independientemente de que se pacte su equivalencia en tasas nominales.
Con dicha instrucción, se quiso dotar al público de una tasa de referencia clara y real como lo es la efectiva, de tal manera que el cliente pudiera hacer sus respectivas confrontaciones y tomar sus decisiones con elementos claros, objetivos, y bien informados.
Tasas de interés Indexadas o combinadas
Existen también las tasas de interés indexadas o combinadas basadas en la DTF, UVR o IPC más algunos puntos de spread. En este caso, la tasa de referencia debe ser expresada en términos efectivos anuales y el margen o spread, también calculado en términos efectivos anuales, como lo considera la Superfinanciera.
Una tasa pactada como IPC + spread, corresponde a una tasa combinada. El principio financiero dice que dos tasas efectivas no se pueden sumar o restar directamente, por lo que se debe considerar la metodología del economista Irving Fisher, quien formalizó el concepto de tasa de interés en 1930 e incorporo el concepto que dos tasas efectivas no se suman, sino que se multiplican de la siguiente manera: ((1 + IPC) * (1 + Spread)) –1.
Otro concepto en términos de tasas que debe ser considerado por los empresarios, es la tasa de usura que la Superfinanciera publica mensualmente con el fin de fijar la tasa máxima a las cuales las entidades financieras pueden colocar sus créditos de consumo y microcréditos, so pena de cometer un delito cuya pena puede estar entre 2 y 5 años y multas desde 50 hasta 200 SMMLV (Ley 599 del 2000).
Conclusión
Es importante que las entidades financieras hablen en el mismo idioma para que los empresarios puedan tomar decisiones más acertadas. De la misma manera, los empresarios deben entender que no hay ningún sistema de amortización mas favorable que otro, simplemente mientras más se demore el pago del capital, más plata por concepto de intereses debe pagar, así la tasa de interés pactada sea fija en el tiempo. La mejor forma de financiarse siempre será la tasa más baja en términos efectivos anuales considerando todos los costos de transacción, con el plan de amortización que más se ajuste al flujo de caja de la empresa.